Y llegó la Primavera...

y con ella una pequeña borrasca que nos ha deparado dos días de lluvia, tan esperada.
Y que mejor momento para volver a la fotografía después de unas semanas de descanso que una mañana de lluvia en el Montseny, con el ingrediente adicional de una preciosa niebla.


La falta de lluvia durante casi 3 meses ha quedado evidente en el monte, tras casi 24h de lluvia no todos los torrentes del Montseny tenían agua, y únicamente la riera de Passavets tenía caudal suficiente para realizar una bonita sesión de fotos.


Además, ha aparecido la niebla, y con ella el paisaje se transforma, ganado en belleza y misterio.


Eso sí, no ha dejado de llover en toda la mañana y la verdad es que se hace difícil manejar el conjunto cámara+tripode con un paraguas en la mano, pendiente sobre todo de que algunas gotas no cayeran sobre la lente del objetivo y estropeara la toma.
Por cierto, os recomiendo para afotar en unas condiciones parecidas unas botas de agua: las posibilidades que ofrecen son fantásticas, aunque conviene comprobar la profundidad del torrente con el trípode antes de meter el pie en el agua ;-)



Comentarios

  1. Bonitas imágenes, lástima que en la segunda sesión,las condiciones no fuesen tant favorables.
    Que bonito estaba el bosque, lo has capatado muy bien.Un abrazo!

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  2. Hombre! Me alegra asistir a tu resurrección, je, je...Buenas imagenes, Jorge. Buen ambiente i muy bien captada esa niebla.
    Un saludo, fiera :-)

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