Otoño por fin

Ha sido un fin de semana perfecto.
Ordesa era una de mis visitas pendientes y este fin de semana ha cumplido todas mis expectativas, con creces.
El viernes iniciamos la marcha a pesar de las previsiones de mal tiempo. Lluvia durante prácticamente todo el camino. Pasado Monzón, un enorme Arco Iris nos daba la bienvenida a la comarca de Sobrarbe. Fue como una señal de que el fin de semana iba a ser grande.
Y así fue.

La mañana del sábado amaneció con niebla y una ligera niebla, condiciones ideales para fotografiar los tan esperados colores del otoño.
Y os puedo asegurar que todos los colores del otoño estaban allí.

Había oído hablar del Valle de Ordesa, pero por mucho que te expliquen, hay que verlo.
No he visto lugar tan espectacular como este valle.

Desde la Pradera hasta las Gradas de Soaso, unos 6,5 km de distancia y 500 metros de desnivel, el camino que transcurre al lado del río Arazas esta lleno de rincones donde plantar el trípode.

El río, tras tres días de intensas lluvias, bajaba en todo su esplendor, con esas aguas azul turquesa tan característico.
Mucha gente: senderistas, turistas, fotógrafos y sus trípodes, y hasta un grupo de Canonistas. No me quiero imaginar como debe estar el valle en un puente o en vacaciones...
El domingo amanece con fuerte viento del Norte. Decidimos ir al valle de Bujaruelo.
A medida que ascendemos, la temperatura desciende a -2C y la nieve empieza hacer acto de presencia.

El valle está completamente nevado y el lugar es precioso si no fuese por unas enormes torres de alta tensión y sus cables eléctricos colgando que aparecen siempre en todas las composiciones.
Tras esta experiencia, me será difícil volver al Montseny, o no?